Quererte cuando llueve
establecer nuestro lecho de espumas
en medio de una selva de aguas ágiles
ruborizar el verde corazón de la lluvia
tomar por nuestra cuenta el cumplimiento
de su latido atomizado
autorizar su delirio de errancia
querernos sin palabras junto a su rito absorto
guardar para sus dedos ateridos un fuego
caldear una piedra de amor bajo la lluvia
querernos cuando llueve para que llueva a gusto
que sea el lecho del arca y perder el timón
y que nos deje solos la lluvia y se despliegue
no escucharla no verla dejarla ir a lo suyo
que llueve sólo lluvia que el amor ame
su garra pura selle los sitios y los límites
hable la casa intacta con las aguas enteras.
[París, 1966]
Sentencias amorosas
Tomás Segovia