3.12.11

AURA

No volverás a mirar tu reloj, ese objeto inservible
que mide falsamente un tiempo acordado a la vanidad humana, esas manecillas
que marcan tediosamente las largas horas inventadas para engañar el verdadero
tiempo, el tiempo que corre con la velocidad insultante, mortal, que ningún reloj
puede medir. Una vida, un siglo, cincuenta años: ya no te será posible imaginar
esas medidas mentirosas, ya no te será posible tomar entre las manos ese polvo
sin cuerpo.